Thursday, October 8, 2015

Chao DC, Hola Seattle!

La Space Needle desde una azotea secreta

Bueh, acá me tienen de nuevo, no andaba muerta, ni de parranda, sólo un poco ocupada y con un poquito de falta de inspiración. Pero ya pasó, y hay hartas cosas para contar. Creo que lo más crucial fue que nos vinimos a vivir a la ciudad de Seattle en la costa Oeste por razones laborales. Después de un poquito de estrés estos últimos meses finalmente abandonamos nuestra querida ciudad de políticos para venirnos a la ciudad de la lluvia, como muchos nos metieron cuco. La verdad es que siendo del norte de Chile, me gusta la lluvia. La lluvia siempre es un evento mágico y positivo en La Serena. Cuando era chica, uno aprovechaba de desempolvar el paraguas, hacer sopaipillas con la excusa correcta, y salir a mirar los autos que quedaban varados en las posas que siempre se forman en la Avenida del Mar. Acá, como la gente ya está acostumbrada al agua, no pasa nada, de hecho ni siquiera andan con paraguas, y si se pone a llover, te pones tu gorro y caminas un poco más rápido con las manos en los bolsillos (porque na que ver mojarse las manos).

Matias con Mt. Rainier atrás

Este lado del país también se caracteriza por tener bellos paisajes, y la gente en general es bien buena para salir a hacer actividades al aire libre. Eso sí que según un tipo que ha vivido acá hace algunos meses más que nosotros, cuando a uno le preguntan qué le gusta hacer, como que siente obligado a decir "hiking" aunque en verdad odies cualquier actividad física, sólo por el hecho de que estás en este estado conocido por sus senderos de hiking. Es como que digas que vives en Chile y no te gusten los mariscos. Uno tiene que mentir miserablemente y decir "sí, igual como machas a la parmesana y camarones...?". A todo esto, por acá también hay hartos productos del mar, aunque como no me gustan los mariscos (no le digan a nadie), sólo he probado pescados, que en verdad han estado bien buenos.

Selfies en Mt. Pilchuck

Ya han pasado algunas semanas desde que llegaron (casi todos) nuestros muebles de DC y por fin tenemos la casa más armada como casa. Ayer llovió, así que aproveché que tenía una excusa legítima para cocinar unas sopaipillas, y me di cuenta que no están en el blog! así que acá va la receta, que también voy a empezar a traducir en inglés, para que mis amigos que no hablan español puedan reproducir algunas de las comidas que probaron en nuestra casa en DC. Estas sopaipas son más bien gorditas. Si le gustan más planas, entonces omita los polvos.


El zapallo, símbolo del otoño por acá por los Estados Juntos

Sopaipillas (para unas 12 unidades)

220 gr (1 taza) de zapallo cocido y molido*
2 cdas. de mantequilla con sal derretida
350 gr (3 tazas) de harina
1 cdta. de polvos de hornear
1/2 cdta. de sal
1-2 cdas. de agua
Aceite para freír

En un bowl mezclar el zapallo con la mantequilla. Agregar la harina, los polvos de hornear y la sal. Mezclar todo con un tenedor y continuar con la mano cuando se vuelva difícil con el tenedor. Mezclar con la mano hasta formar una masa lisa y que no se quede pegada a las manos, pero que sea maleable y más bien húmeda. Puede que sea necesario agregar 1 o 2 cucharadas de agua para juntar toda la masa. Tapar con papel film y reservar.

Calentamos el aceite para freír en una olla honda. Llenar de aceite hasta alcanzar unos 5 cm (o 3 dedos) de altura. Preparar una bandeja que aguante el calor con papel absorbente para estilar las sopaipas.

Por mientras, formamos las sopaipillas cortando la masa en unos 12 pedazos de igual tamaño. Ovillar cada pedazo y aplastar con la palma de la mano hasta que quede lo más plano posible. Hacer unos 5 hoyos con las yemas de los dedos. Cuando tenga suficientes para llenar la olla sin sobre cargarla, poner a freír en el aceite caliente. Deberían subir a la superficie al tiro, si no, el aceite está muy frío. Después de unos 2 minutos, dar vuelta para que se fría por los dos lados. Si se demoran mucho en dorar, entonces dele más guaraca al fuego, si se están dorando mucho y muy rápido, chante un poco la moto. Cuando estén listas, déjelas estilando en papel absorbente. Sirva calientes con el condimento de su preferencia.

*El zapallo se puede cocinar en agua hirviendo, o al horno. Si lo hace al horno, precaliéntelo a unos 220ºC (425ºF). Embetune el zapallo con un poco de aceite y sazónelo con sal. Cocine en el horno por unos 40 minutos o hasta que al insertar un cuchillo éste no oponga resistencia.

Acá era cuando uno se ponía creativo y hacía sopaipillas con forma de p*co cuando chicos


In English:

Sopaipillas (makes 12)

220 grams (1 cup) of cooked and pureed pumpkin or any yellowish squash, such as butternut*
2 tb salted butter, melted
350 grams (3 cups) of AP flour
1 tsp. baking powder
1/2 tsp salt
1-2 tb water
Oil for deep frying

In a bowl, mix the pumpkin and butter. Add flour, baking powder and salt. Mix initially with a fork, but get your hands in there as soon as it becomes too difficult to stir. Make a smooth and soft dough. It shouldn't stick to your fingers, although it should be just a little tacky. It may be necessary to add 1 or 2 tb of water in the mixing process to bind everything together. Shape into a ball, and wrap in plastic while the oil is heating.

Prepare a pot for deep frying. You should have about 2 inches of oil. Prepare a baking pan with paper towels to drain the sopaipillas once they're ready.

While the oil is heating up, form the sopaipillas by cutting the dough into 12 equal-size pieces. First, shape them into rough balls, then press with the palm of your hand to flatten each. You can make them as flat as you want, but they will puff up while cooking. Make 4-5 holes with the tips of your fingers on each (or you can also pierce with a fork 5 times all over each sopaipilla), so that they don't inflate during frying. Once you have enough to fry without overcrowding your pot, fry them in the hot oil, meanwhile, form the next batch. It should take about 2 minutes per side, and they should come up to the surface and float almost as soon as you put them into the oil. If they don't, then the oil is too cold. If they brown too quickly, the oil is too hot. Once they're golden brown on both sides, fish them out with a slotted spoon or metal tongs and drain on the paper-towel lined pan. Serve while still warm with the topping of your choice!

*You can either boil the squash or roast in a 220ºC (415ºF) oven for about 40 minutes, or until a knife inserted comes out easily.

En la casa uno siempre se come una antes de sentarse a la mesa "pa probar no más"


Sunday, November 16, 2014

Historias de duraznos y de bourbon, y una receta con ambos!

Resulta que había escrito un post similar a este hace semanas, mi computa me jugó una mala pasada y me borró todo lo que había escrito (y pucha que estaba bueno el post). Desde entonces es que le hice la ley del hielo y no he querido sentarme a re-escribirlo, además que entre medio nos fuimos de vacaciones a Hawaii (vendrá un post luego de este viaje, porque la comida de Hawaii se merece un post pa ella sola) con el Matias que fue una suerte de detox tecnológico. Hace tanto que tenía esta receta e historias en el tintero que llegamos ya a Noviembre, época de duraznos en el hemisferio Sur! quizás como esta receta incluía duraznos, el destino hizo que perdiera el post a propósito para que para mis lectores en Chile no fuese tan fome leer una receta que para hacerla iban a tener que esperar meses.

Qué daría por comerme un durazno ahora

Ha pasado harto rato desde que fuimos, pero igual les quería contar que volvimos a NYC con el Matias un finde en Septiembre para aprovechar de juntarnos con nuestros amigos Pía y Tomás. Esta vez lo pasamos incluso mejor que la última, porque dado que ya todos habíamos visitado los must-sees, sólo nos dedicamos a vitrinear lugares un poco menos turísticos y a comer como cerdos. Acá va un recuento de las cosas más memorables que probamos. 

Una vista de Manhattan desde el techo de un edificio

Los convencí a todos de levantarse temprano (6.00 AM un Fomingo) para ir a probar las famosas cronuts de Dominique Ansel. Cuando le dimos la dirección al taxista, el tipo cachó al tiro donde íbamos. Una vez en nuestro destino, vimos con un poco de horror una fila que daba vuelta a la cuadra, pero el taxista nos dijo medio entre risas que no se veía tan atroz como otros días. Así que con un poco más de esperanzas nos pusimos al final a esperar que abrieran. Resulta que sólo hacen como 200 cronuts al día y si no hiciste la fila a tiempo, puede que te den las 10 de la mañana esperando por nada. O sea, igual se pueden comprar otras cosas, la pastelería tiene un montón de otras exquisiteces, pero la famosa cronut se tiene que ganar con el sudor de la frente. O si ud. tiene poder adquisitivo, puede pagarle a un wn para que venga a hacer la fila por ud. a $30 dólares por la hora que espera. True story.

Un pastelero de Dominique Ansel rellenando cronuts

Ahora, la cronut es bastante amazing, pero yo creo que no volvería a hacer la fila gigante. Es más bien un panorama chistoso para hacer una vez con los buenos amigos que van a aperrar sin ponerse bitchy, y que son igual de locos por probar buena comida y cosas nuevas que ud. Además Dominique está en la pastelería para saludar a los valientes en la mañana. Para los que no cachan las cronuts: es una donut hecha con masa de croissant que se fríe, y luego se rellena (como un berlín) con unas cremas pasteleras. Cada mes los sabores de las cremas cambian. A nosotros nos tocó uno de té y duraznos.

Estas fueron las dos cronuts que me comí como un pequeño cerdito. Sorry, not sorry

Visitamos también el bar de ramen de David Chang, el Momofuku noodle bar. La sopita del ramen dicen que se demoran 24 horas en hacerla porque tienen que hervir un montón de partes de un chancho de manera lenta para que se llene de sabor. La verdad es que la sopa es bien potente, es incluso media espesita, me imagino la cantidad de grasa que debe tener. Nos comimos un bowl gigante de ramen de cerdo (excepto el Matias que se comió el de champiñones) con un huevo pochado que nos dejó con el ombligo parao' y nos hizo olvidar un poco que habíamos caminado todo el día y que nos habíamos levantado a las 6. 

Una vista estilo Kubrik del AMNH

Además entre medio nos encontramos con nuestra amiga Jackie con la que últimamente nos hemos estado haciendo aficionados al bourbon whiskey. La Jackie trabaja algunos días en el American Museum of Natural History y nos llevó a ver el museo fuera de horario de atención. Imagínense! Teníamos el museo para nosotros solos. Luego nos llevó a pasear y cenar por el West Village y a tomar bourbon a un bar bien "interesante", por decir lo menos, que se llamaba The Art Bar. 

El ramen de Momofuku noodle bar (foto por Matias)

Otros lugares donde tomamos y/o comimos fueron un bar super hipster de cervezas que se llama "Proletariat" en el East Village y brunch en "Intermezzo" en Chelsea. En el Proletariat te recomiendan preguntar por sugerencias al bartender, y por experiencia propia yo digo que sigan esa regla o terminarán con una chela que sabe a jugo de limón, como yo (parece que las cervezas ácidas están de moda en la escena de cervezas artesanales). El brunch de Intermezzo es recomendable para ir un día sin caña, porque uno llega y todo se ve normal hasta que un DJ empieza a tocar música electrónica a todo chancho y sale humo de una bola disco. El mozo en Intermezzo resultó ser chileno lo que significó bottomless mimosas por 3 horas, y no 90 minutos como estaba escrito en el pizarrón afuera. Salimos más que happy de ahí y la comida no estaba mal. Volvimos a DC como con 10 kgs de más, pero no importa porque para eso hago zumba 1 vez a la semana, cierto?

Unos panqueques con esta mermelada, hmm hmmm!

Uf! costó pero salió la historia de este viaje. Es hora de la receta de duraznos con bourbon. Ah, pero antes! un poco de astronomía. Yo creo que todos ya han visto esto en las noticias, pero por si ud. ha estado viviendo debajo de una roca: los científicos de la ESA (que es como la NASA europea) han logrado aterrizar una sonda en la superficie de un cometa. Ud. dirá "y a mi qué". Resulta que, gracias a una colaboración internacional, es primera vez que se logra aterrizar sobre un objeto que 1) está super lejos, 2) tiene una gravedad superficial super baja, o sea, no es tan fácil mantenerse en esa superficie porque la fuerza de gravedad no es tan potente como en la tierra, 3) se demoraron 10 años en llegar hasta allá, y la sonda que se desprendió, Philae, de la más grande, Rosetta, lo hizo de manera automática. O sea, alguien programó a Philae hace 10 años como un reloj despertador para después hacer el "acometizaje" (existe esa palabra?)! Así que si ud. no se siente emocionad@ con esta noticia, entonces vaya a revisarse el corazón. Para más detalles, como siempre, les recomiendo visitar a los cabros de Conexión Causal, que además hacen una analogía gastronómica sobre por qué queremos como científicos aterrizar en un cometa, y los de El Método del Tocino, escrito por nada más ni nada menos nuestra compañera de viaje y astrónoma extraordinaire, Pía.

Una cosa que sí saben hacer en el Sur de USA es el bourbon

Ya! vamos con la mermelada, con la que además contribuyo este mes al desafío del Buscador de Recetas en Blogs Chilenos. Si no tiene bourbon, omítalo, o reemplácelo por un whiskey añejado que tenga sabor.

Mermelada de duraznos con bourbon y vainilla

Para 3 frascos pequeños

1 kg. de duraznos picados y descarozados. No tienen que estar todos super duper maduros como decía la abuelita. Para una explicación de por qué, vaya a SeriousEats
600 gr. de azúuuucaaaaar
1/4 palito de vainilla
2 cdas. de bourbon

Además necesitará frascos esterilizados donde guardar la mermelada

La noche antes de cocinar la mermelada, poner la fruta con el azúcar y la vainilla a macerar, tapada con un papel film. Esto hace que la fruta desprenda el jugo y la pectina.

Poner la fruta y el bourbon en una olla pesada, ojalá de cobre o un buen conductor del calor, a hervir a fuego fuerte hasta que empiece a salir espumita, unos 10-15 minutos. Bajarle el fuego, pero asegurarse que siga hirviendo, hasta que se vaya casi toda la espumita unos 15 minutos más. Sacarle la espuma que quede. Bajar el fuego al mínimo necesario para que siga hirviendo unos 5 a 10 minutos más, hasta la fruta se vea como confitada y la mermelada esté en el punto deseado. Esto se puede ir probado sacando un poco de mermelada, cada 5 minutos, y poniéndola unos minutos en un platito en el freezer. Cuando esté de la consistencia deseada, sacarla del fuego y enfrascar al toque. Hay que llenar los frascos hasta bien arriba, cuidando de que los bordes queden limpios. Poner los frascos tapa-abajo hasta que se enfríen. Yo guardo mis mermeladas así a temperatura ambiente por meses.


Las etapas de la mermelada.... y alguien se fijó en la awesome olla de cobre que me regalaron???




Sunday, July 6, 2014

Bonjour... hi!

Me fue re bien con la venta de cupcakes


Por fin tengo un tiempito para publicar algo! Hemos tenido un par de semanas shuper locas con el esposo porque ambos estuvimos en conferencias, y luego nos fuimos de vacaciones unos días. Anduvimos paseando por una ciudad que nos dio mucha nostalgia : Montréal. 

El puente y detrás el Six flags


Nostalgia porque es una mezcla de muchas ciudades que ya habíamos visitado. Tiene un parque como el San Cristóbal de Santiago, algunos barrios que nos recordaron a Buenos Aires, boulangeries como en Paris, homeless y hippies como en San Francisco, cervezas y hipsters como en Portland o NY, una costanera como la de Frankfurt, etc. La gente habla en francés, así que puede aprovechar de practicar su francés, pero se cambian al inglés como si nada si es que te cachan aproblemado, y son todos muy amables, no como en Paris que casi te mean cuando les tratas de hablar en francés atarzanado. Es una ciudad entretenida, hay mil cosas que hacer y uno tiene que ir a perderse por sus barrios. No nos pareció tan grande (la zona del centro por lo menos, es como Santiago centro yo creo), es fácil caminarla pero también le tiene buen transporte público. Ah y si tiene suerte, pueden ir a ver el Cirque du Soleil en su ciudad natal.

El escenario de Blues

Aprovechamos que la conferencia del Mat era ahí mesmo y que terminaba justo cuando comenzaba el Festival de Jazz, uno de los más grandes e importantes del mundo. Tanto que la ciudad tuvo que construir un centro de Artes donde pudieran hacer el evento, porque en verdad que llega mucha gente. Igual tienen que cerrar algunas calles donde ponen escenarios y donde hay música gratis todo el día. Nosotros fuimos a ver a varios grupos tocando a los escenarios al aire libre, donde venden comida y copete también por si le da hambre y/o sé. Al medio de todo tiene el medio teatro donde tocan los artistas más consagrados. Ahí fuimos una noche a ver a Elvis Costello. El viejujo tocó solo  durante 1 hora y media, sin nada más que 7 guitarras que iba rotando, y estuvo la raja. Su esposa tocó en uno de los escenarios afuera en la noche y dejó la pura escoba, no había espacio ni pa levantar los brazos con toda la gente que llegó a verla.

Esta ciudad es como Valpo, como para perderse caminando


En cuanto al comistrajo, si bien la comida no es mala, no encontramos buenas picadas. Es bastante carozzi la ciudad les diré. Sí encontramos buenos restaurantes más high-end, y algunos lugares para ir a brunchear. De estos probamos 2 que nos gustaron harto. Uno que se llama Fabergé y que queda en uno de los barrios más hipsters, tipo calle Italia en Providencia, que se llama Mont Royal (si no me equivoco), donde sirven brunches tipo gringos con huevos pochados, sandwiches, waffles y crepes, todo envuelto en bacon en lo posible. Nosotros que nos estábamos quedando cerca de la iglesia de Notre Dame, estábamos como a 20 minutos en bus, así que ese día partimos en ayunas, nos fuimos a comer unos huevitos a Fabergé, y luego caminamos todo el día por todo ese barrio en dirección al centro. Llegamos no sé como a probar unas chelas estilo alemán a un local que se llama L'amère à boire en el Quartier Latin, y luego nos fuimos a probar más chelas, ahora de otros estilos, a otro local un par de cuadras más allá que se llamaba Le Saint Bock. Ambos parecen unos sucuchos por fuera, pero por dentro son gigantes. El mange en las cervecerías no es lo mejor del mundo, pero salvaron para acompañar los bebestibles.

El brunch cerdo de Fabergé

El otro local que nos gustó caleta para brunchear se llama Olive+gourmando en el viejo Montreal. Acá servían más como desayunos y almuerzos tipo francés, así que uno se podía armar un brunch eligiendo de ambas cartas. Especial mención de la granola con fruta, que estaba buenísima.

El desayuno mas ye yico de Olive+Gourmando


Y ahora me tienen por acá. Antes de ayer celebramos la independencia de 'merica donde un amigo (pa variar sólo había un gringo en la fiesta), y yo llevé unos cupcakes de berries que quedaron de miedo. Hasta le tuve que regalar uno a la recepcionista del edificio de mi amigo que no se aguantó y me dijo "los dejo pasar si me regalan un cupcake", así como medio en broma. 

No se vaya de Montréal sin probar las chelas canadienses!


Son una variación de los cupcakes de vainilla, pero le agregué más cosas después que vi esta receta de Cupcake Jemma hace un par de semanas atrás y me obsesioné en cómo se veían, y la mermelada esa mezclada con la masa. Mi guata me decía "los quiero AHORA!".

Cupcakes para celebrar el colonialismo, yeah 'murica!

Cupcakes de berries

para 12 cupcakes

Para los quequitos:
1 1/4 tazas de harina cernida
1 1/4 cdta. de polvos de hornear
1/4 cdta. de sal
4 cdas. (55 gr) de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
3/4 taza + 2 cdas. de azúcar granulada
1 huevo grande a temperatura ambiente
1 1/2 cdta. de extracto de vainilla
1/2 taza + 2 cdas. de leche a temperatura ambiente

Para la crema
120 gr de queso crema a temperatura ambiente
75 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
420 gr de azúcar flor cernida

Para la compota de frutas
300 gr de frutas, picadas sin son más grandes como frutilas(yo la dividí en 2 tipos de frutas para emular los colores de la bandera gringa)
1/2 taza de azúcar granulada


Primero hacer la compota: mezclar la fruta con el azúcar y llevar a hervir por unos 20 minutos, hasta que se vea media espesa (pero no a palo parao', ahí se pasaron...). Enfriar y reservar.

Precalentar el horno a 350ºF o 180ºC. Forrar moldecitos de cupcake con papelitos para cupcakes.

En un bowl mediano, cernir la harina, los polvos. Mezclar con un batidor de globo y reservar.

En un bowl grande batir a velocidad alta la mantequilla y azúcar, unos 5 minutos, hasta que se vea esponjosa. De repente ir parando y reincorporar lo que se pega en las paredes del bowl, para que todo quede bien batido, hay que darle como caja no más. Agregar el huevo, y mezclar a velocidad baja sólo hasta que esté incorporado.

En un jarro, mezclar la leche con la vainilla y la sal.

Agregar la mitad de la harina a la mezcla de mantequilla y revolver a velocidad baja. Mientras se mezcla la harina, agregar la mitad de la leche. Repetir con el resto de harina y leche. No revolver de más o quedaran gomosos y chiclosos.

Llenar los moldes de cupcakes hasta 2/3 de su capacidad. Agregar una cucharadita de compota al medio de cada cupcake, y marmolear con un mondadientes o brocheta. Reservar un poco de compota para decorar después. Llevar al horno por 18 a 23 minutos, dependiendo del horno. Empezar a chequearlos a los 18 y luego de a 2 minutos. No se deben recocer porque quedan como escupo de momia. Están listos cuando un palito inserto en el centro sale seco, o sólo con mermelada, sin masa.

Sacarlos de los moldes y dejarlos enfriar en una rejilla antes de decorar.

Para la crema se bate la mantequilla con el queso crema a velocidad media-alta hasta que todo se vea incorporado y pálido. Agregar el azúcar flor, y revolver primero a velocidad baja y luego a toda rayuela no más, por unos 3 minutos hasta que se vea esponjoso. 

Decorar los cupcakes con la crema y la compota que quedó.

Más fotos por acá.

Saturday, May 31, 2014

La odisea del cuero de chancho


Con pebre, uno queda listo pa pololearsh

OK, por acá andamos de nuevo! He tenido un par de semanas bien ocupadas, entre entrevistas, viajes a ver mi a colaboradores a la west coast (y me encanté esta vez con L.A., es una ciudad muy bakán, aunque SF sigue siendo mi favorita), asados flash y otras cosas más que son top secret en este momento, no había tenido tiempo de jugar mucho en la cocina. 

En realidad siempre estoy preparando cosas, no es que no haya estado en la cocina estas semanas, pero me gusta publicar cuando algo realmente me da curiosidad, o cuando es una receta ultra aprendida y que me gustaría compartir. 

 La carne y grasa cortadas y con sus aliños... se me hace agua la boca sólo con los olores


Bueno, esta semana me tocaba hacer mi último almuerzo del año para el Lunch Club, y se me metió en la cabeza que tenía que hacer sánguches, porque hace calor y uno no quiere comer cosas calientes. Pensé y pensé y llegué a la conclusión que tenía que hacer algo chilensis (antes había hecho algo medio mediterráneo, otra vez lasagna, una sopa media inventada, etc), así que decidí hacer un plato bien guachaca: sánguche de arrollao huaso.

El arrollao' amarrao'


Hacer platos chilenos que involucran carne es toda una experiencia. Primero, hay que encontrar la traducción al corte de la carne que se quiere usar. Acá yo les trataba de explicar que necesitaba carne del lomo, ojalá cercana al cuello. Lo otro es que me recorrí medio DC pa encontrar el cuero de chancho, y al final no sé si me vendieron el cuero de la guata como les explicaba apuntándoles a mi panza (y saqué varias risas con mis explicaciones de partes del chancho usándome a mi misma como ejemplo).

Embetunando ese arrollao' con ají


Resultado: yo opino que pasó la prueba, aunque para la otra creo que voy a encargar el cuero de chancho un par de semanas antes a algún carnicero local, porque el que me vendieron estaba un poco duro y cocido tenía consistencia de chicle.  Igual se lo hicieron re-chupete en sánguche con palta, tomatito y pebre... mmmmñam!

Cuando se sienta con ganas de comer cosas insanas, elija un sánguche de arrollao' huaso!

Con este post aprovecho de participar en el desafío del Buscador de Recetas Chilenas, que era hacer recetas del campo de Chile.


Arrollado huaso

Esta cantidad me alcanzó para hacer unos 15 sánguches
inspirado en esta receta y unas indicaciones que me dio mi papá

800 gr de pulpa de cerdo, yo compré lomo de cerdo, o pork loin
1/2 kg de grasa de cerdo (no sé de qué parte del animal sería, y este ingrediente se puede reemplazar por más carne no más)
1 trozo grande de cuero de chancho, ojalá de la panza porque es el más tierno, y no de la pierna, que es muy duro. Con la menor cantidad de grasa posible. Yo no encontré un trozo grande de cuero, así que usé 3 trozos de unos 20x20 cm
50 ml de vinagre de vino tinto
1/2 cdta de comino
1 cdta. de ají de color (paprika)
1 cdta. de orégano
1 cdta. de merkén (o 2 cdas. de pasta de ají)
2 dientes de ajo molidos
sal y pimienta
Pasta de ají para aliñar (o 2 cdas merkén rehidratado en 2 cdas de agua hirviendo, mezclado con 1 diente de ajo molido)

Cortamos la pulpa de cerdo y la grasa en tiras gruesas, de unos de 3 cm de diámetro. De largo tienen que ser de acuerdo al trozo de cuero de chancho, un poco más cortos que el trozo que tengan.

Dentro de una fuente, se aliñan con el vinagre, comino, orégano, ají de color, merkén, ajo, sal y pimienta. Se embetunan bien por todos lados, no tenga miedo de meter las manos. Cubrir la fuente con plástico y llevar al refri algunas horas. Yo lo dejé unas 5 horas más o menos.

Pasado el tiempo, poner a hervir agua en una olla de boca ancha, que sea ojalá alta. Estirar el trozo de cuero. Rellenar con la pulpa y la grasa, haciendo una especie de montoncito al medio del cuero. Envolver todo con el cuero y atar con pita de cocina: primero al medio del rollo, luego a cada extremo, y luego entre medio, cosa que tenga un trozo de pita atada cada 2 cm más o menos, para que no se salga el relleno. Envolver el rollo muy bien en plástico (papel film), unas dos veces, que quede lo más hermético posible, y llevar a hervir por 1 hora y media, hasta 2 horas, dependiendo de qué tan grueso sea el rollo. Los míos los dejé 1 hora y media. Dejar enfríar dentro de la olla.

Una vez fríos, sacar de la olla y guardar en el refri algunas horas. Yo lo dejé toda la noche.

Desenvolver el rollo del plástico, y con las manos, sacar el exceso de gelatina que haya salido de la piel. Embetunar bien por fuera con pasta de ají, y guardar en el refrigerador hasta la hora de comer con un buen pan amasao' y un pebre cuchareao'. Ñam!

Sunday, May 4, 2014

Finde caballo

Bruncheo de Cinco de Cuatro

Ayer nos invitaron a una fiesta a ver el Kentucky Derby. Resulta que es como tradicional juntarse toda la tarde a tomar "Mint Juleps" (un tshrago hecho de bourbon, almíbar, menta y hielo), quedar como tagua, apostar a los caballos, y luego a las 6.30 ver la carrera de los ídem que dura 2 minutos. Ojalá traer indumentaria de colores primaverales y las mujeres usan sombreros estrafalarios.

Las pailas de pomaire sirven para más que el pastel de choclo


El resultado, aunque hicimos unas apuestas de juguete (de $2 por caballo), igual me dolieron esos $4 que perdí. No elijo más los caballos de acuerdo a los nombres que me hacían más gracia. Pero no importa, porque con los Mint Juleps no dolieron tanto.

Qué lujuria!


Por fin parece que llegó la primavera a esta ciudad, así que hemos estado tratando de aprovechar bien la radiación solar. Hoy día nos levantamos temprano, fuimos a hacer yoga y a la vuelta pasamos al Farmers' Market de Dupont Circle (sí sé que somos unos hipsters). Acá los Farmers' Markets no son como en Chile que poco menos que uno lo obligan a comprar 1 kg por gamba, y uno termina acarreando como 10 kg de verduras que nica se come en una semana, pero que te hacen sentir saludable por el solo hecho de tener el refri lleno de veggies. Acá las ferias son muy fifí y se supone que todo es súper orgánico, sin transgénicos, local y por lo tanto, nada barato. Pero igual es choro porque hay gente tocando música, venden pan bueno, y al final tampoco es más caro que el súper, y entre darle la plata al señor que plantó las verduras él mismo, o a los cerdos capitalistas de los súper, mejor dársela al granjero.

Yoga y espinacas, perfecto para desintoxicar el cuerpo de los Mint Juleps


Y así fue como llegamos a estos Oeufs en cocotte. En uno de mis viajes a Chile vi una receta de estos huevos en una revista. Claro que esa era con tocino y salmón ahumado (que también debe quedar bacán... algún día la probaré). Yo la hice vegetariana con espinacas y huevos que compramos en el Farmers' Market, y acompañada de una ensaladita de hojas verdes, para que no digan después que el colesterol y la weá...


Om-nom-nom!


Y acá va la receta!

Oeufs en Cocotte (o huevos en paila de greda)

para 2 personas

300 gr de espinacas, bien lavadas y picadas por la mitad si es que son muy grandes
2 cdas de mantequilla
1 cda. de aceite de oliva
1 diente de ajo molido
4 cdas. de crema espesa
sal y pimienta a gusto
4 huevos
Agua hirviendo

Poner a calentar el horno a 375ºF o 190ºC.

En una sartén, derretir 1 cda. de mantequilla con el aceite. Agregar el ajo, y cuando éste empiece a freírse, agregar las espinacas, cosa que el ajo no se queme. Salpimentar al gusto. Cocinar hasta que las espinacas se hayan marchitado completamente y hayan soltado todo el jugo. Estilar las espinacas en un colador sobre un bowl, y apretar suavemente con una la parte de atrás de una cuchara.

Enmantequillar las pailas de greda bien con la cda. de mantequilla que quedó. Repartir las espinacas entre las pailas y hacer una depresión en ellas, con una cuchara. Quebrar los huevos sobre la depresión y salpimentar al gusto. Rociar con la crema alrededor de las yemas.

Disponer sobre una lata con bordes más o menos altos. Poner las pailas sobre ésta y agregar agua hirviendo a la lata, hasta que tape las pailas no más de la mitad de su alto.

Llevar al horno por unos 15-17 minutos, o hasta que las claras estén más o menos cuajadas (igual se siguen cociendo con el calor residual, así que no tienen que estar qué bruto que cocidas).

Acompañar con tostadas de pan crujiente!


Quién necesita tocino?? bueno, sí, quizás queda más rico aún, pero con las espinacas estaba fantabuloso



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